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“Durante el último año se han dejado de atender patologías crónicas que son silenciosas”

Notas de prensa | 14 de Mayo de 2021

Conocemos la opinión de la Dra. Iberia Pellicer, endocrina en el Hospital IMED Valencia.

La falta de chequeos y controles durante el último año es otro de los efectos colaterales que nos deja la pandemia. Miles de personas que sufren patologías endocrinas crónicas que han dejado de lado las revisiones y que un año después pueden haber visto agravadas dichas patologías. Así lo señala la doctora Iberia Pellicer, Endocrina en el Hospital IMED Valencia, que incide en la importancia de ponerse en manos de profesionales y hacerse chequeos de manera regular.

¿Qué tipo de enfermedades o trastornos tratan en la unidad de Endicronología y Nutrición de IMED Valencia?

En nuestra unidad tratamos un amplio espectro de trastornos o alteraciones relacionados con las hormonas Y LA ALIMENTACIÓN, diabetes, menopausia, problemas de tiroides, colesterol entre muchos otros. Además, en nuestra unidad estamos en contacto con otras unidades del hospital con la que colaboramos en casos que requieren la intervención de profesionales de diversas áreas.

[ES][ME] Iberia

¿Han observado un descuido en el control de enfermedades crónicas como la diabetes u otras?

Sí que estamos observando pacientes que vienen a la consulta después de mucho tiempo y cuyo estado es peor que el habitual. Durante este último año muchos pacientes con patologías crónicas han dejado de ir al médico por el llamamiento de no ir a los centros de salud. Son, además, patologías silenciosas que no muestran síntomas hasta que el estado es muy avanzado, de ahí la importancia de hacerse revisiones y seguimientos cada 6 meses o un año según la patología que se tenga.

Hemos visto problemas en pacientes con diabetes, y desajustes en las menstruaciones provocados en gran medida por estrés y ansiedad. En situaciones excepcionales como las que hemos vivido proliferan estos desarreglos hormonales que pueden llegar incluso a afectar a la fertilidad. Las hormonas controlan todo el cuerpo.

¿Es posible mejorar el estado de estas personas?

Recuperar el tiempo perdido es difícil, pero en general si ponemos un tratamiento y lo vamos ajustando poco a poco podemos revertir la situación. Por ejemplo, hemos observado mucho descontrol en la salud cardiovascular de muchos pacientes debido al aumento del sedentarismo provocado por las restricciones y por una peor alimentación generalizada. 

¿Han empeorado los hábitos a raíz de la pandemia?

El teletrabajo en muchos casos está creando malos hábitos y mayor sedentarismo al reducir por un lado la movilidad y actividad de las personas, y por otro al aumentar las visitan a la cocina entre horas. Esto no es solo algo que hayamos observado en adultos sino también en los niños que han visto reducidas sus opciones de movilidad con el confinamiento primero, el cierre de parques, la suspensión de actividades deportivas, etc. Además, por lo general en el confinamiento los niños han comido peor. Se puso de moda por ejemplo el cocinar en familia, pero casi todo lo que veíamos eran pizzas caseras, galletas, bizcochos…

¿Qué pruebas o test realizan para conocer el estado de sus pacientes?

Normalmente, el primer paso es solicitar una analítica en la que mediremos una serie de parámetros según la afección que tenga el paciente. Con un seguimiento planificado podemos ir controlando y midiendo la evolución de la diabetes, el colesterol, o la hipertensión entre otras.

¿La ansiedad provoca que comamos peor o es al revés, y comer mal acaba provocando cuadros de ansiedad?

Nos encontramos en una situación que genera más estrés y presión a muchos niveles como inestabilidad laboral e incertidumbre y esto provoca que cada vez nos cuidemos menos. La ansiedad hace que tengamos una alimentación más emocional que por lo general deriva en que comamos peor. Comer mal y llevar una vida más sedentaria contribuyen a su vez a que tengamos ansiedad. La pregunta es ¿qué fue antes el huevo o la gallina?

Comer nos ayuda a liberarnos de manera puntual de esa sensación, pero después nos sentimos peor. Comer libera de la ansiedad porque libera endorfinas y para salir de ese círculo a veces hay que ponerse en manos de profesionales.

¿Cómo se distingue el hambre de la ansiedad?

Si te apetece comer dulce o algún alimento ultraprocesado en lugar de comer algo sano, en general es un comer emocional. Nuestra recomendación es tener una buena planificación con las comidas y no salirse de ella. Si te saltas los horarios lo mejor es comer cualquier tipo de fruta, café con leche, una infusión. Mejor eso que productos denominados light que nutricionalmente no aportan nada y tienen un alto aporte calórico. Nos hemos acostumbrados a sabores intensos, dulces o salados y por eso enganchan estos alimentos procesados.

¿Les están llegando muchos pacientes preocupados con la “operación bikini”?

Cada vez que se flexibilizan las restricciones notamos una avalancha de gente que viene para recuperar el tiempo perdido. Lo mejor es tener unos hábitos saludables constantes. Lo recomendable es perder medio kilo a la semana, haciéndolo bien y haciendo ejercicio será más fácil mantenerlo después.

Nos vienen pacientes con diferentes grados de sobrepeso y por causas muy diversas. Normalmente empezamos con un plan de alimentación y recomendaciones de hábitos de vida que se puedan mantener en el tiempo e insistimos en el ejercicio físico. A veces a algunos pacientes que lo necesiten les recomendamos que acudan a IMEDUCV, nuestra unidad especializada en medicina deportiva, al psicólogo o incluso al psiquiatra. Lo bueno de trabajar en un hospital como IMED que cuenta con todas las especialidades es que podemos abordar cualquier tipo de problema y canalizarlo a la unidad especializada que requiera. Sin ir más lejos, hay determinados casos de obesidad mórbida que a veces requieren de tratamientos quirúrgicos.

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